Megatendencias: oportunidades para mejorar la competitividad de las empresas
La sociedad está en un proceso de cambio constante, que hoy en día ha adquirido una velocidad vertiginosa. Los cambios vienen dados por aquellas tendencias con capacidad para marcar una época y, por tanto, afectar a las estrategias y ámbitos de negocio de las empresas; es decir, las megatendencias.
Cuando una tendencia crece de forma lineal, impacta sobre los acontecimientos mundiales y adquiere relevancia estratégica, se convierte en megatendencia. En la actualidad, podemos distinguir con claridad cuatro de ellas: la demografía, la urbanización, el cambio tecnológico y las tecnologías verdes. Vamos a conocerlas.
Demografía: tendencias en conflicto, misma consecuencia
La población crece imparable: en 2030 alcanzará los 8.500 millones de personas, un incremento de 1.200 millones en solo 15 años. Esta tendencia es el resultado de dos evoluciones divergentes: mientras que en los países en desarrollo, densamente poblados, aumenta la población joven, en los países occidentales industrializados la población envejece, de forma que en 2030 llegaremos a los mil millones de mayores de 65 años.
La población en España está en ligero retroceso en los últimos años. De sus 47,3 millones de habitantes, 6,7 millones tienen menos de 14 años. El grueso de la población, más de 21 millones, se concentra entre los 35 y los 64 años. La franja más numerosa es la de 45 a 54 años, con más de 7,6 millones de personas. Si nos fijamos en los mayores de 65 años, ya alcanzan casi los 9,5 millones, de los cuales, 2,9 millones superan los 79 años.
Como consecuencia de estos cambios demográficos, la digitalización y la inteligencia artificial (IA) van a ganar importancia. Por un lado, la creciente población joven de los territorios emergentes es muy afín a Internet y a las tecnologías relacionadas. Esto se refleja en el incremento del ecommerce, cosa que para las empresas supone tener que ajustar su logística a una mayor demanda y exigencia de servicios.
Por otra parte, la cada vez más numerosa población mayor de los países occidentales repercute en la necesidad de más productos sanitarios y, por tanto, de medios para almacenarlos y distribuirlos. Además, disminuyen los trabajadores disponibles para cubrir puestos poco cualificados, y es ahí donde la IA y la automatización resultan claves.
Urbanización: megaciudades con una logística urbana innovadora
La migración del entorno rural al urbano continúa en apogeo en todo el mundo. En España, la población rural descendió un 7,1% entre 2011 y 2020, mientras que la urbana creció un 2,1%. Los últimos datos consolidados indican que 7,54 millones de personas habitan en municipios de menos de 30.000 habitantes, con una densidad inferior a 100 personas por km2, lo que supone el 15,9% de la población española. El 78% de los municipios del país tiene menos de 5.000 habitantes, pero únicamente concentran el 9,4% de la población.
Las exigencias como consumidores de los habitantes de las ciudades aumentan: quieren productos individualizados y entregas en el mismo día. Más comercio online conlleva más tráfico de entregas, y más atascos en las calles. Para ponerle remedio, la logística ofrece soluciones innovadoras.
Cambio tecnológico: un mundo nuevo con la IA y el IoT
Las megaciudades plantean nuevos retos, pero también ofrecen oportunidades: la concentración de personas facilita el encuentro del talento, y ello repercute en el desarrollo de innovaciones tecnológicas. La inteligencia artificial, la robótica y la realidad virtual ganan presencia en nuestro día a día. En el ámbito de la producción, los datos se intercambian a través del Internet de las cosas (IoT) y las decisiones se toman de forma automática sobre la base de normas previamente definidas. Así, las empresas pueden ubicar pequeños almacenes en medio de la ciudad (centros de microfulfillment y dark stores) que, gracias a la IA y a la excelente disponibilidad de datos, son capaces de prever qué van a querer los clientes en un futuro próximo. Los nuevos sistemas logísticos forman parte de un entramado en que cada elemento interactúa e influye en el resto.
Tecnologías ecológicas: cuestión de futuro y motor de empleo
La lucha contra el cambio climático es una cuestión de supervivencia en la que la digitalización juega un papel imprescindible. La protección del clima es un motor de creación de empleo, y las empresas deben aprovechar la oportunidad que suponen las tecnologías verdes. Se han convertido en una megatendencia cuya importancia va a aumentar, igual que la presión sobre la logística y la manipulación de materiales para desarrollar soluciones sostenibles, que reduzcan el consumo de energía y los residuos de envases, fomenten la reutilización de mercancías y minimicen la contaminación del transporte.
El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) define el empleo verde como “los trabajos en agricultura, actividades de fabricación, investigación y desarrollo, administración y servicios que contribuyen sustancialmente a preservar o restaurar la calidad medioambiental”. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), a finales de 2019, más de medio millón de personas trabajaban en empleos verdes en España (2,5% del total). La previsión es que se tripliquen antes de 2030. Respecto a esta tendencia, el informe Perspectivas sociales y del empleo en el mundo afirma que la transición hacia la economía verde supondrá la eliminación de seis millones de empleos, pero generará más de 24 millones.